Hace cinco años, AMD lanzó los primeros procesadores Ryzen Threadripper PRO, basados en el éxito de la familia de procesadores AMD Ryzen Threadripper, combinando la fiabilidad y estabilidad de clase empresarial con un número récord de núcleos, un enorme ancho de banda de entrada/salida y las altas velocidades de reloj que requieren las aplicaciones.
Con el lanzamiento de las CPU AMD Ryzen Threadripper 9000 WX-Series (nombre en código «Shimada Peak») previsto para finales de julio, la compañía repasa la evolución de sus procesadores profesionales y de alta gama.
El camino de AMD hacia el negocio de las estaciones de trabajo comenzó en 2017 con el lanzamiento de los procesadores no PRO de la serie AMD Ryzen Threadripper. La firma desarrolló este nuevo procesador de escritorio de alta gama (HEDT) para ampliar las prestaciones de los procesadores Ryzen de escritorio a productos de gama superior.
Desde su lanzamiento, la gama de estaciones de trabajo con procesadores AMD Threadripper PRO ha crecido con equipos de los principales fabricantes como Dell, HP y Lenovo, empoderando a profesionales creativos en todo el mundo. Arquitectos pueden iterar fácilmente en modelos masivos de información del edificio (BIM), y animadores previsualizan fotogramas fotográficos en tiempo real.
A medida que las herramientas generativas de Inteligencia Artificial (IA) y aprendizaje automático se convierten en estándar en todos los flujos de trabajo creativos, los procesadores AMD Threadripper PRO ofrecen un excelente rendimiento en cargas de trabajo de IA y no IA. Sus abundantes hilos de CPU, las amplias pistas PCIe y el gran ancho de banda de memoria lo convierten en la base ideal para la próxima ola de innovación creativa.